La apertura en el uso terapéutico y recreativo del cannabis en muchos países del mundo ha permitido que el cannabis legal sea aceptado socialmente, se incorporen nuevos productos, seguidores y se incentive la investigación de sus propiedades. Al tiempo que las empresas del sector se posicionan como una importante industria que produce anualmente miles de millones de dólares. Realidad que nos hace preguntarnos acerca del avance de industria del cannabis en Chile y en qué situación se encuentra el mercado interno y cuáles son sus expectativas.
Tendencia del mercado legal de cannabis
Desde el punto de vista climático y geográfico, nuestro país presenta las características para el desarrollo intensivo de plantaciones, lo que posibilitaría posicionarse como uno de los principales productores y simultáneamente afianzar el crecimiento de la industria del cannabis.
Es un hecho que, aunque la marihuana no se encuentra totalmente legalizada, se desarrollan iniciativas por parte de centros de salud especializados, organizaciones y fundaciones defensoras del cultivo, comercios grow shop y el importante aporte de activistas, que destacan en materia de la liberación del uso pleno del cannabis medicinal y recreativo que incluya todos los productos derivados del cáñamo. Acciones tendentes a normalizar el desarrollo de una verdadera industria del cannabis.
Algunas organizaciones opinan que, si bien se debe avanzar en el camino de la exportación de productos derivados del cannabis, con lo cual se aportaría ingresos al país, la producción de cogollos o de flores secas, al estar considerado un producto medicinal en muchos países, también aportarían un valor agregado a la economía nacional.
Es innegable, que el desarrollo nacional de una industria cannábica estable y con tendencia al fortalecimiento, impone internamente un desafío para contar con las herramientas que nos posicionen como lideres en esta área, impulsando relaciones acordes tanto con la realidad científica como con un mundo que se transforma cada día, que exige y maneja información acerca de los productos de cannabis que desea consumir.
¿Cómo se encuentra en Chile el negocio del cannabis?
El negocio que representa la industria del cannabis, aunque depende de los intereses de los actores involucrados, se expande en todo el mundo, con proyecciones económicas para el año 2025 de un crecimiento superior a los cincuenta mil millones de dólares.
En relación a Chile, las estadísticas están por encima de los veinticuatro millones de dólares /año, pese a una producción a modesta escala representada por cultivos principalmente destinados al mercado farmacéutico y medicinal.
Alentadoras cifras que, sin embargo, frente a la incertidumbre y las regulaciones, han ocasionado que empresas de capital extranjero hayan decidido abandonar proyectos y acuerdos económicos con nuestro país, como el caso de Canopy Growth, empresa líder mundial en la producción de cannabis. Mientras que estándares regulatorios han impedido al sector industrial y farmacéutico nacional, la materialización de acuerdos de cosecha y exportación de la marihuana a países como Australia y Suiza.
En la actualidad el mercado global sigue en aumento, incluyendo producción de cannabis para fines farmacéuticos, industriales y de investigación. Con proyectos que diversifican el uso industrial de la resina, semilla y productos de desechos de la planta de cáñamo, como elaboración de materiales de construcción y en el mercado de alimentos. Haciendo necesario ampliar y modificar la percepción que se tiene de este vegetal, reconociendo el potencial económico de la industria del cannabis.
Regulación del mercado y la industrialización del cannabis
En Chile la autorización para el cultivo de cannabis está regularizada por un protocolo establecido en el decreto 867 de la ley 20.000, cuerpo legal que además señala cuales son las sustancias que están sujetas al control jurisdiccional por considerarse estupefacientes.
Dicho protocolo solo es accesible para personas jurídicas, con fines de cultivo industriales y agrícolas, que además deben informar para que se va a cultivar, destinatarios y fines del desarrollo de los productos resultantes del procesamiento de la cosecha de cannabis.
Nuestro mercado de cannabis está completamente regulado y establece dos tipos de cultivos de marihuana: uno con presencia de TDH o tetrahidrocannabinol y otro con CBD o cannabidiol, que son para usos medicinales. Estando también presente el cultivo de cáñamo industrial, que se diferencia del cannabis por la concentración de TDH, clasificándose el tipo de planta por un análisis realizado a la flor, donde si el contenido de THC como componente psicoactivo es mayor al 1%, se considera cannabis bajo control de estupefacientes. Caso contario, el cultivo queda exento de control.
En consecuencia, los productores y cultivadores de cannabis legal, no psicoactiva por tener concentraciones de THC inferiores a 1%, quedan fuera de las normativas de la ley de control de estupefacientes y pueden realizar sus cultivos sin el control del Instituto de Salud Pública, aunque si están sujetos a controles y fiscalizaciones del Servicio Agrícola y Ganadero, SAG.
El cultivo con fines de investigación y medicinal es consecuencia de las modificaciones introducidas mediante los decretos supremos 404 y 405, mediante los cuales se autoriza los productos derivados del cannabis, la prescripción médica, el expendio de productos certificados en farmacias y la importación de productos.
Empresas de cannabis, usos y marco legal
Motivados por el valor del mercado y el impulso en el crecimiento global del sector un grupo de empresarios nacionales agrupados en cinco empresas, crearon en marzo del año 2021, la Asociación Chilena de Cáñamo Industrial, con la finalidad de promover el desarrollo de la industria, así como educar acerca de las diferencias entre esta producción y otras sustancias.
Paralelamente, la diputada Ana María Gazmuri, en su actividad como impulsora de la ley para la despenalización del cultivo de marihuana, expresó que en el aspecto de producción a escala industrial existe un trabajo realizado, sin embargo, sostiene que el sector industrial y los pequeños productores podrían también enfocarse en la posible actividad de la industria con fines recreativos.
Recalcando el impacto positivo en el sector de la agricultura, ya que el cultivo para consumo recreacional ocupa gran cantidad de mano de obra: se requieren hasta 100 trabajadores por cada hectárea de cannabis cosechada, porque el proceso exige de un trabajo cuidadoso con constante revisión de las plantaciones. Como resultado el cultivo de cannabis ofrece un impacto positivo en la agricultura, el empleo y en los ingresos que el Estado recibiría por impuestos.
Igualmente maneja interesantes cifras acerca de que los chilenos destinan diariamente un millón de dólares para la compra de diversas sustancias, invirtiendo ochocientos mil dólares en el mercado del cannabis, es decir, se está gastando esa cifra diariamente en un mercado negro, por carecer de una ley apropiada que regule la producción y consumo de marihuana.
De allí la importancia de aprobar prontamente un marco legal que ya tiene algunos años discutiéndose en el congreso, permitiendo el definitivo avance de la industria el cannabis en Chile, al establecer normas integrales que se adecuen al verdadero alcance y beneficio que se obtienen de aprobarse una correcta regulación.