El lavado de cogollos es esencial, ya que como una fruta o verdura antes de ser consumida, se deben limpiar para eliminar la suciedad que dejan los bichos, la tierra, etc. Aunque no lo creas esto puede ser posible sin que tus flores no pierdan la potencia e intensidad. En este blog de Delight te explicamos qué es y cómo hacerlo.

Como su nombre lo dice, el lavado de cogollos consiste en sumergir tus flores en agua con el objetivo de limpiar la suciedad o impurezas. Los que provienen del polvo, restos de tierra y plagas.

Ahora bien, no te asustes, que sumerjas tus cogollos en agua no significa que perderán los preciados terpenos y cannabinoides. Si lo realizas de la forma correcta podrás sacar buen provecho de tus flores, además de consumirlas sin ningún tipo de residuo. Por ello, en este blog de Delight te enseñamos qué es y cómo realizar un correcto lavado de cogollos.

¿La marihuana pierde la calidad con el lavado de cogollos?

Quizás una de las más grandes interrogantes que surgen en torno a esta inusual técnica es si la marihuana pierde sus propiedades al entrar en contacto con el agua. La respuesta es no, al contrario, lo mejora. Los cannabinoides como el THC y el CBD  son liposolubles e hidrofóbicos, es decir que, no se los llevará el agua.

Por su parte, los tricomas tienden a tener mucha resina pegajosa, lo que los hace imposible de eliminar con agua. Esto solo si realizas el lavado de cogollos con cuidado.

¿Ventajas V/S desventajas?

¿Aún sigues escéptico? ¿Tienes miedo de arruinar una buena cosecha por intentarlo? A continuación te enseñamos las ventajas y desventajas a considerar para realizar un lavado de cogollos.

¿Cómo hacer un buen lavado de cogollos?

Si buscas por internet encontrarás diferentes técnicas para lavar tus cogollos, algunas más complejas que otras. Si estás recién aventurándote, te recomendamos que sigas estas instrucciones:

Materiales:

• 3 cubetas grandes para sumergir las ramas con cogollos por completo.
• 45 litros de agua a temperatura ambiente.
• ¼ de taza de jugo de limón.
• ¼ de taza de bicarbonato de sodio.
• Una cuchara para revolver.

Primera cubeta:

Llena la cubeta con agua. Por cada litro de agua añade 2 cucharaditas de bicarbonato y 2 cucharaditas de jugo de limón, revuelve bien. Esta será la solución limpiadora.

Segunda y tercera cubeta:

Llena ambas cubetas con suficiente agua. Esta será la solución aclaradora.

A considerar:

Pon las cubetas en línea, así será más fácil acceder a cada una de ellas. Además ten preparado un lugar en donde colgarán las ramas con los cogollos (o las flores solitas).

Pasos:

Sumerge una rama en la cubeta 1 y muévela en círculos por unos 30 segundos. Luego de un momento podrás ver como salen algunos restos de tierra o suciedad de estas.

Al sacarla, sacúdela un poco para eliminar los restos de contaminantes que quedan. De esta forma, sumérgela en la cubeta 2, repite el mismo proceso anterior.

Después de 30 segundos, introduce los cogollos en la cubeta 3 y mueve en círculos la rama por el mismo tiempo. Terminado el proceso, sacude un poco la rama y cuélgalos inmediatamente.

En el proceso de secado deberás poner mucha atención, pues los cogollos estarán completamente empapados. Asegúrate que haya una ventilación adecuada y una humedad regular (no alta), así evitarás la formación de moho.