Si te interesa la jardinería y la propagación de plantas, es posible que alguna vez te hayas topado con el término “esqueje”. Quizá te hayas preguntado qué significa exactamente y cómo hacerlo. En este artículo trataremos todo lo que necesitas saber sobre qué es un esqueje y cómo hacer uno.

¿Qué es un esqueje?

Un esqueje es un término español para “cortar”, que se refiere específicamente a un método de propagación asexual de las plantas. Tomando un esqueje de una planta existente y animándola a enraizar y crecer, puedes crear una planta completamente nueva que comparta las mismas características que la planta madre. Los jardineros y horticultores suelen utilizar esta técnica para propagar variedades de plantas deseables.

¿Por qué hacer un esqueje?

Hay varias razones por las que se puede elegir hacer un esqueje:

Preservar la genética de la planta

Hacer un esqueje te permite preservar la genética y las características de una planta concreta. Si tienes una variedad favorita o una planta única que quieres reproducir, hacer uno garantiza que la nueva planta será genéticamente idéntica a la planta madre.

Propagación rentable

La propagación mediante esqueje es un método rentable en comparación con la compra de plantas nuevas. En lugar de comprar varias plantas, puedes coger esquejes de una sola planta sana y crear varias plantas nuevas.

Resultados rápidos

Los esquejes son conocidos por su capacidad de producir resultados rápidos. Siguiendo los procedimientos correctos y proporcionando las condiciones adecuadas, los esquejes pueden enraizar y crecer hasta convertirse en plantas sanas relativamente rápido, lo que te permite disfrutar antes de las nuevas plantas.

Cómo hacer un esqueje

Para hacer un esqueje con éxito, sigue estos pasos:

Paso 1: Selecciona la planta adecuada

Elige una planta sana y madura de la que quieras sacar un esqueje. Asegúrate de que la planta no tiene enfermedades ni signos de estrés o daños.

Paso 2: Prepara las herramientas

Reúne las herramientas necesarias, incluidas unas tijeras de podar o un cuchillo limpios y afilados, un recipiente limpio con un medio de enraizamiento adecuado (como una mezcla de turba y perlita) y un poco de hormona de enraizamiento (opcional).

Paso 3: Hacerlo

Identifica un tallo adecuado para el esqueje. Este tallo debe estar sano, medir unos 10-20 cm de largo, y preferiblemente sin flores ni capullos. Haz un corte limpio en diagonal justo debajo de un nudo (el punto donde las hojas emergen del tallo) con las tijeras de podar o el cuchillo. Elimina las hojas inferiores para exponer al menos un nudo.

Paso 4: Aplicar hormona de enraizamiento (opcional)

Si lo deseas, sumerge el extremo cortado del esqueje en hormona de enraizamiento en polvo o gel para favorecer el desarrollo de las raíces. Sacude el exceso de hormona.

Paso 5: Planta el Esqueje

Introduce el extremo basal del esqueje en el medio de enraizamiento preparado, asegurándote de que al menos un nudo quede sumergido en el medio. Presiona suavemente el medio alrededor para estabilizarlo.

Paso 6: Proporcionar las condiciones adecuadas

Coloca el recipiente en una zona cálida con luz solar indirecta. Mantén un entorno constantemente húmedo, pero no empapado, para que el esqueje eche raíces. Cubrir el recipiente con una bolsa de plástico o utilizar un propagador puede ayudar a retener la humedad.

Paso 7: Control y cuidados

Comprueba regularmente el nivel de humedad del medio de enraizamiento y riega según sea necesario. Evita regar en exceso, ya que puede provocar la pudrición de las raíces. Vigila cualquier signo de enfermedad o plaga, y soluciónalo rápidamente.

Paso 8: Trasplante

Al cabo de unas semanas, tira suavemente del esqueje para comprobar el desarrollo de las raíces. Una vez que se hayan formado las raíces y el esqueje se haya establecido, puedes trasplantarlo con cuidado a una maceta más grande o a un lecho de jardín con tierra que drene bien.

Conclusión

Ahora que sabes qué es un esqueje y cómo hacer uno, puedes empezar a propagar tus plantas favoritas con esta técnica sencilla pero eficaz. Tanto si quieres conservar la genética de las plantas como ahorrar dinero en la compra de plantas nuevas, hacer esquejes puede ser un proceso gratificante y agradable para cualquier jardinero. Recuerda elegir plantas sanas, seguir los procedimientos correctos y proporcionar las condiciones adecuadas para asegurar el éxito.