Las micorrizas, una asociación simbiótica entre hongos y plantas, desempeñan un papel crucial en la mejora de la absorción de nutrientes y la promoción del crecimiento de las plantas. Este artículo ofrece una visión completa de las micorrizas, incluidos sus beneficios, los distintos tipos y su importancia en la agricultura moderna.

Los beneficios de las micorrizas

La simbiosis micorrícica beneficia tanto a los socios fúngicos como a las plantas implicadas. He aquí algunas de las principales ventajas:

1. Absorción mejorada de nutrientes: Los hongos micorrícicos tienen una capacidad única para extraer del suelo nutrientes esenciales, sobre todo fósforo, a los que de otro modo las plantas tendrían difícil acceso. Esto mejora la absorción de nutrientes y favorece la salud general de las plantas.

2. Mayor absorción de agua: Las asociaciones micorrícicas amplían el alcance del sistema radicular de una planta, aumentando su superficie y permitiendo una absorción eficaz del agua. Esto resulta especialmente beneficioso en zonas propensas a la sequía, donde la disponibilidad de agua es limitada.

3. Tolerancia al estrés: Las plantas con asociaciones micorrícicas muestran una mayor resistencia al estrés ambiental, como temperaturas extremas, alinidad y toxicidad por metales pesados.

Tipos de micorrizas

Existen varios tipos de micorrizas, cada uno de los cuales varía en su estructura, especificidad de huésped e importancia ecológica. Los tres tipos principales son:

1. Micorrizas Arbusculares. Micorrizas arbusculares (MA)

Las micorrizas arbusculares son el tipo más común y extendido que se encuentra en diversas especies de plantas. Forman una asociación mutualista entre las plantas y los hongos del filo Glomeromycota. Estos hongos forman arbusculos, estructuras intrincadas que facilitan el intercambio de nutrientes entre el hongo y la planta, aumentando así la disponibilidad de nutrientes.

2. Ectomicorrizas (ECM)

Las asociaciones ectomicorrícicas se forman principalmente entre hongos de varios taxones, incluidos Basidiomycota y Ascomycota, y especies de plantas leñosas como los árboles. A diferencia de las AM, las ectomicorrizas no penetran en las células de la planta, sino que desarrollan una densa red de hifas fúngicas alrededor de la superficie de la raíz. Esta asociación es esencial para el crecimiento y la supervivencia de muchos ecosistemas forestales.

3. Micorrizas ericoides (ERM)

Las micorrizas ericoides se dan principalmente en plantas de la familia Ericaceae, como los brezos y los arándanos. Estos hongos colonizan eficazmente las células de las raíces y facilitan la absorción de nutrientes, sobre todo en suelos ácidos pobres en nutrientes. Las asociaciones de ERM son especialmente importantes para el crecimiento satisfactorio de estas especies vegetales especializadas.

La importancia de las micorrizas en la agricultura

Integrar los hongos micorrícicos en las prácticas agrícolas tiene inmensos beneficios tanto para la productividad de los cultivos como para la sostenibilidad. He aquí por qué las micorrizas son cruciales en la agricultura moderna:

1. Reducen la dependencia de los fertilizantes

Las micorrizas mejoran la disponibilidad y absorción de nutrientes, lo que permite a las plantas utilizar los nutrientes del suelo con mayor eficacia. Esto reduce la dependencia de los fertilizantes sintéticos, lo que puede suponer un ahorro de costes para los agricultores y un menor impacto medioambiental debido a la reducción de la escorrentía de fertilizantes a las masas de agua.

2. Mejora de la estructura del suelo

Las asociaciones micorrícicas contribuyen a mejorar la estructura y estabilidad del suelo. La extensa red fúngica une las partículas del suelo, evitando la erosión y favoreciendo la agregación del suelo. Esto mejora la infiltración de agua, reduce la erosión del suelo y mejora su salud con el paso del tiempo.

3. Mayor crecimiento y rendimiento de las plantas

La mayor capacidad de absorción de nutrientes y agua de las asociaciones micorrícicas se traduce en un mejor crecimiento de las plantas y un mayor rendimiento de los cultivos. Esto es especialmente vital en regiones con escasa fertilidad del suelo o acceso limitado a los recursos hídricos.

4. Prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente

Los hongos micorrícicos tienen potencial para utilizarse como alternativa natural a los pesticidas químicos, ya que fomentan la resistencia de las plantas a las enfermedades. La incorporación de micorrizas a los sistemas agrícolas puede permitir a los agricultores adoptar prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

Conclusión

Las micorrizas ofrecen toda una serie de beneficios tanto a las plantas como al medio ambiente. Al promover la absorción de nutrientes, aumentar la absorción de agua, proporcionar resistencia a las enfermedades y mejorar la tolerancia al estrés, estos simbiontes fúngicos se han hecho indispensables en la agricultura moderna. Comprender los distintos tipos de micorrizas y sus aplicaciones potenciales nos permite aprovechar sus beneficios de forma eficaz, acercándonos un paso más a las prácticas agrícolas sostenibles y productivas. Las micorrizas son la base de la agricultura moderna.