A veces se cree que dejar crecer la planta de manera desmesurada es sinónimo de una buena cosecha final, ¡error! Es más, el estiramiento excesivo puede decirte mucho sobre la salud de tus plantas, entre ellas, que no darán grandes cogollos como piensas. Por ello, te enseñamos técnicas de crecimiento controlado para una buena producción final.

Los cultivos grandes y frondosos siempre son buena señal, más no cuando solo alcanzan grandes alturas. Así mismo, una planta alta puede ser un verdadero problema, ya que se estresan y merman la producción final ¡pero tranquilo! Existen técnicas que se utilizan para el crecimiento controlado y con ello, obtener una buena cosecha. 

Es labor del cultivador decidir que tan grandes y altas serán sus plantas, algunos son más discretos, otros tienen espacio limitado, etc. No cabe duda que el resultado esperado siempre será el mismo: una buena y contundente producción.

¿Por qué la planta crece descontroladamente?

En cultivos de exterior, si bien la altura no influye en la cosecha, si puede ser vista por vecinos o quienes no deseamos. Lo que puede delatar al cultivador.  

Mientras que en cultivos de indoor. Sea que el panel de luz esté muy lejos de la planta o que la luz sea débil, los cultivos se estirarán para suplir la falta de luz. Así que concentrará su energía en crecer y no en desarrollar los cogollos.

Lo anterior puede ser muy peligroso, ya que estresaría a la planta. Causando el retraso en la producción y que estos sean de mala calidad.  

Asimismo, la genética es una de las razones principales por las que puede ocurrir el estiramiento. Las cepas mayoritariamente sativas o puras, tienden a crecer altas y delgadas, por lo que controlar su tamaño es más complejo. 

Por otro lado, existen algunas cepas índicas especiales para el cultivo en indoor, ya que crecen más a lo ancho. Por lo que son relativamente bajas, pero a la vez, frondosas.

Técnicas de crecimiento controlado

Como lo explicamos al inicio del blog, existen diversas técnicas de crecimiento controlado. Las cuales se aplican, principalmente, en la etapa vegetativa, ya que es cuando la planta comienza su desarrollo. Cada una tendrá su dificultad, lo importante es encontrar la que mejor te acomode para tu cultivo.

1. Entrenamiento bajo estrés (LST)

Consiste en doblar el tallo principal, dirigiéndolo al borde de la maceta, el cual debe sujetarse con cuerdas. Generalmente se realiza un pequeño agujero en la orilla de la maceta y así pasar la tira. 

Con esta técnica no solo controlarás la altura, sino además permites que la luz llegue a todos lados de la planta, ¿El resultado final? Más y mejores cogollos.

2. Poda apical o topping

Esta técnica de crecimiento controlado es un poco más agresiva y se recomienda realizarlo en la etapa de vegetación. De lo contrario podrías cortar el cogollo principal. Consiste en cortar la parte superior de la planta, donde comienza la cola. 

Cuando la planta comienza a crecer, saldrán dos tallos hacia afuera (por lo que no aumentará su largo). Con esto, no solo controlas la altura, sino también la producción de cogollos, ya que la luz logra penetrar mejor.

3. Poda F.I.M. (Fuck I Messed up)

Es una de las técnicas poco agresivas y que resulta ser más efectiva para el crecimiento controlado. Es similar a la poda apical, solo que en esta se corta el 75% del tallo de la planta dejando un pequeño brote. Con el tiempo crecerán alrededor de 4 nuevos brotes igual de fuertes que el anterior.

¿Qué hacer si la planta ya aumentó su tamaño? 

Si llegaste tarde a leer este blog, ¡Calma! Existen otros métodos de crecimiento controlado, que no se basan en podar. Estos no tendrán la misma efectividad, pero protegerán tus plantas.

Poda de ramas bajas: Cuando la planta ya alcanzó una altura considerable, puedes cortar las ramas más bajas y pequeñas. Así la planta deja de enviar energía hacia abajo, concentrándose en la parte superior, en donde están los cogollos.

Traslada las plantas más altas: En indoor puede ser conveniente mover las plantas de cannabis más altas hacia las esquinas, donde la luz no es tan fuerte como para quemarlas.

Sin embargo, ten en cuenta que, si las plantas aún se están estirando, alejarlas de la luz no es la mejor idea. 

Si la planta ya se ha estirado y no hay vuelta atrás, solo queda aprender de los errores. Lo importante es seguir intentándolo.